El nuevo empresario debe enfrentarse ante un marco fiscal complejo. Normalmente, el emprendedor no suele estar familiarizado con la tributación del IRPF, Impuesto de Sociedades o sobre Actividades Económicas. Por ello, mediante el presente escrito queremos introducir y despejar dudas sobre la fiscalidad de los emprendedores.
Crear un nuevo negocio, no es sencillo, no solo por las dificultades que presenta desde un punto de vista comercial o empresarial, sino también tributario.
El proyecto de un emprendedor debe cumplir con una serie de obligaciones fiscales con las que el nuevo empresario puede no estar familiarizado y puede perderse dentro de las redes impositivas.
¿Cuáles son las obligaciones fiscales del nuevo empresario?
Iniciar una actividad económica profesional es sinónimo a asumir una serie de responsabilidades impositivas de carácter local o estatal, tanto al comienzo como durante el ejercicio de dicha actividad.
El ámbito tributario y fiscal, el emprendedor deberá estar familiarizado con los trámites, de solicitud de un Número de Identificación Fiscal, el alta en el censo de empresarios y el alta en todos los impuestos que le aplicarán según la actividad que va a desarrollar. Además, entre los principales tributos que deberá afrontar el nuevo empresario están el Impuesto de Sociedades, para la constitución de nuevas compañías; el IRPF, cuando la actividad la desarrolla la misma persona, y el IVA en todas las entregas de bienes y prestaciones de servicios que reciba o realice.
¿Qué beneficios fiscales existen cuando se monta una empresa?
El emprendedor puede disfrutar de una serie de ayudas fiscales, como, por ejemplo: la exención total en el Impuesto sobre Actividades Económicas para los dos primeros años impositivos; tipos reducidos para pymes y microempresas en el Impuesto de Sociedades, e incentivos fiscales para potenciar la figura de los inversores privados.
Consejos para poner en marcha un negocio.
Lo más importante al iniciar un negocio es analizar los recursos que se tienen en un primer momento y mirar qué forma jurídica se adapta más a nuestro proyecto. Este paso es muy importante porque a partir de aquí empezará su tributación. La importancia de esta decisión es vital para el porvenir del negocio ya que si no se eligiera la fórmula correcta se aumentarían excesivamente sus costes.
Luego, el emprendedor atenderá a otras cuestiones como: El número de socios y su implicación; la asunción de responsabilidad, es decir, si se separará o no el patrimonio empresarial y el particular; los capitales mínimos que se aportarán y los costes y trámites de gestión.
Recomendaciones para consolidar el proyecto.
Puesto que el marco impositivo no es sencillo, es conveniente estudiar cómo afectan los diferentes tributos a la marcha de la actividad. Especialmente, porque requieren disponer de capital. Toda decisión empresarial debe acarrear un análisis de las implicaciones de pagar los impuestos.
Además, una vez que la empresa ya tiene cierto recorrido se pueden disfrutar de ciertas ventajas fiscales.
¿Es fácil montar una empresa?
La mayor parte de las obligaciones tributarias derivadas de la creación de un negocio se cumplen con la presentación de la declaración censal o modelo 036, y, es en esa parte de la puesta en marcha donde se decide cómo se va a tributar.
La fiscalidad no debería presentar ningún obstáculo para los emprendedores.
En ImpulsBarcelona estamos a su entera disposición para despejar y resolver cualquier duda o inconveniente que le pueda surgir.
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